Carta del Dr. Hamer a Stefan Lanka

Dr. med. Mag. theol. Ryke Geerd Hamer

Carta abierta
01.09.2007

A Stefan Lanka

Importante declaración 

Dado que el fundador de la «Nueva Medicina», el médico alemán Dr. Geerd Ryke Hamer, en sus publicaciones mezcla, desgraciadamente una y otra vez, los resultados de sus investigaciones médicas con su destino personal y sus opiniones políticas, me gustaría señalar expresamente que discrepo de estas opiniones. 
Les ruego que frente a estas publicaciones hagan una discriminación clara en relación con este asunto.

Hola Stefan.

Así que también tú eres de los que pertenecen a la paja que se ha separado del trigo.

Ahora lo veo claro y me confirma lo que hace tiempo sospechaba. Porque siempre me he preguntado cómo era posible que salieras de rositas y sin castigo después de llamar pederasta al juez de Rosenheim en la sala del juzgado, en lugar de ir a la cárcel un año por insultar a un juez. 

En realidad, no sé quién eres ni si perteneces a cierta comunidad religiosa, como tantos otros que se hacían llamar hasta ahora amigos míos. ¿Quizás solo seas un agente encubierto de ese régimen? 
Huele a corrupción si alguien como tú, que se vende como el principal crítico de la vacunación, deja de lado lo más importante: «el implante de chips en forma de vacuna». 

Además eres Dr. en virología y respecto al tema has declarado:
«...Sí, no existen los virus, nunca nadie ha visto uno de estas cosas supuestamente tan peligrosas, que podrían ser entre una milésima y una diezmilésima parte de una bacteria... »
A partir de esa declaración te haces llamar microbiólogo. ¡Raro!

También dijiste en la entrevista que «no existen virus que causen enfermedades».
Bueno, según parece tampoco existen los que favorecen la curación, aunque estos teóricamente, según la Germánica, sí podrían existir. 
Entonces, si los virus no existen, los 5 o 6 profesores de virología de cualquier universidad son el sindicato del fraude. 
Y crear una vacuna contra un virus que no existe no es más que una farsa.

Ya os critiqué severamente a Lenz y a ti por vuestra entrevista sobre el virus de la gripe aviar. Lenz y tú (en privado) me habíais confesado que en realidad la llamada vacuna contra la gripe aviar no era una vacuna con suero, sino un implante de chip; lo sabíais con seguridad. Sin embargo, sobre esto nunca has dicho ni una sola palabra públicamente, ni tú ni tus simpatizantes (Lenz, Barro, Pfister, Fisslinger, Hirneise y Krafeld).

Pero no son solo un puñado de virólogos corruptos los que están propiciando este engaño. Detrás de todo está el Estado de la denominada República Federal de Alemania (RFA). Este Estado que ya ni siquiera existe de iure. Esto, por cierto, te lo puede confirmar cualquier jurista que te encuentres por la calle. 
Resulta extremadamente «extraño» negar un hecho cierto como este. 
Es el mismo Estado que deja morir (solamente en Alemania) cada día a 1500 pacientes de cáncer. ¿Por qué nunca has pronunciado ni una sola palabra acerca de las pobres víctimas y sus «asesinos»?

Si pretendes insultarme a mí y a otros llamándonos negacionistas de la RFA no te extrañe que te pregunten si eres corto o es que estás tan controlado que ya no consigues pensar por ti mismo. 
Ya te dije entonces que consideraba que tú y tu círculo sois pseudo-oposición. 

En cualquier caso, la gente de bien que quiere recuperar en nuestro país un Estado de derecho (a la que yo también pertenezco, como es bien sabido), no tiene nada que ver en absoluto con la dictadura de Schickelgruber [1].

Esta gente de bien que sueña con un Estado de derecho, en el que no se asesina a millones de seres humanos con quimio, etc., quiere conseguirlo de forma pacífica y legal mediante unas elecciones libres de todos los alemanes, tal y como dicta el tribunal constitucional. 

También por eso mi medicina se llama «Germánica Nueva Medicina», porque Germania siempre fue tierra de libertad. 
La «Germánica» es la medicina de la libertad, de un pueblo y en una tierra donde haya de nuevo derecho y dignidad humana y donde no deban morir diariamente 1500 pacientes por infames motivaciones. 

Sin más,

Ryke Geerd

P.d.

El 17 de julio de 1990, durante la Conferencia de París, los aliados decretaron, junto con la derogación de la «Constitución de la República Democrática de Alemania» y la eliminación del preámbulo y del artículo 23 de la «Ley Fundamental [2] de la República Federal de Alemania».
Con la pérdida del ámbito de aplicación territorial, la «Ley Fundamental para la República Federal de Alemania» perdió por completo su validez a partir del 18 de julio de 1990.
(BGBl. 1990, parte II, pag. 885-890 del 23.09.1990)

Dado que la República Federal de Alemania (constituida por decisión del Tribunal Constitucional Federal) circunscribía explícitamente su soberanía «al ámbito de aplicación de la Ley Fundamental», junto con la derogación del instrumento jurídico de ocupación «RFA» también perdió su vigencia  la Ley Fundamental. 

A partir de esta fecha, 18 de julio de 1990, el organismo provisional de derecho de ocupación denominado «República Federal de Alemania», mediante el cual los aliados durante 41 años habían administrado en fideicomiso los asuntos de una parte del pueblo alemán, dejó de existir.

Todos los actos jurídicos y administrativos realizados por el gobierno y las autoridades de la extinta «República Federal de Alemania» desde su desaparición son nulos e ilegales.

Vídeo: Icono de la disidencia?

Traducido por grupo de trabajo español

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[1] Nota del traductor: 
Dictadura de Schickelgruber hace referencia a la dictadura nazi de Adolf Hitler, cuyo padre, Alois Schickelgruber, hijo natural de Maria Anna Schickelgruber, cambió su nombre en 1876 por Alois Hitler.

[2] Nota del traductor:
La Ley Fundamental o “Grundgesetz” fue impuesta al pueblo alemán por los estados aliados que hicieron la ocupación de Alemania tras la guerra, y entró en vigor el 23 de mayo 1949.
Esta Ley Fundamental fue originariamente considerada una constitución provisoria, pero desde entonces han pasado 75 años.
El Consejo Parlamentario utilizó la expresión “Ley Fundamental” en vez de “Constitución” para dejar claro el carácter provisional de ésta debido a la separación de Alemania, y el deseo de que con la unificación, la Ley Fundamental como constitución provisional fuera sustituida por una constitución decidida y adoptada por todo el pueblo alemán, en libre decisión.
Más de 70 años han pasado desde entonces, la unificación alemana se ha vuelto una realidad, pero la idea inicial de sustituir la Ley Fundamental por una nueva constitución no ha sido realizada. 
La Ley Fundamental (Grundgesetz) no es una constitución en sentido propio porque no fue el resultado de un proceso constituyente regular.